Navegación

Navegación dirección Stavanger

4 de Junio 2017

Logicamente, para cubrir la distancia que hay entre el norte de Alemania y el sur de Noruega, unos 900 Km, había que estar un día y dos noches navegando.


Este día lo dedicamos a disfrutar del viaje, ya no llovía, la temperatura era de 14º la mínima y 22º la máxima, visita por todo el barco, cubiertas exteriores junto a la piscina, cervezas a mediodía.


 Aunque el día anterior que embarcamos, ya le dimos un vistazo a casi todas las instalacciones, no podíamos imaginarnos la cantidad de salones y bares que tenía el Monarc ( así era el nombre del buque).
Como novatos, hicimos fotos en todas las salas hasta llegar a la hora de mediodia, donde celebramos el Ángelus como cada día que estuvimos en el buque.

Por la tarde después de comer, nos fuimos a una discoteca que había un ambiente muy bueno, allí, nos prepararon unos mojitos y probamos varios cócteles tropicales.



Éste es Jhon, nuestro camarero.

Esta noche, era la noche de Gala y cenamos a la carta por primera vez, de aquí en adelante, nos asignaron una mesa y un camarero para cenear cada noche a la carta. ( dentro del precio).



Mesa asignada en el restaurante a la carta.
Después de cenar en el segundo turno, nos fuimos a uno de los bares a tomarnos unas copas y sobre las 1:30 de la madrugada nos fuimos a la cama, ya que habíamos sacado los tickes de las excursiones y al otro día tocaba la esperada subida al PREIKESTOLEN, en castellano EL PÚLPITO, una de las visitas que no os podéis perder si hacéis algún día este crucero que desde aquí, yo os lo recomiendo.

Detalle en el camarote.

Rostock

Rostock, Alemania

3 de Junio 2017

A las tres de la mañana, sale el autobús desde Cornellá con direción al aeropuerto, no sin antes pasar por Hospitalet a recoger a mas personas que vienen en el mismo viaje.

Desde las 4 de la madrugada que llegamos al aeropuerto, el avión no despegó hasta las 7:30 de la mañana. Este día iba a ser un día de hacer colas casi para todo.



Aeropuerto del Prat
A las 10:10 llegamos al aeropuerto de Rostock, volamos con Albastart un avión algo viejo en el cual se le colaba los 50 grados bajo cero por todos lados, hacía frio dentro del avión.


La organización del desembarque en Alemania, perfecta, se notaba que ya no estábamos en España.

Aeropuerto de Rostock
Desde el aeropuerto hasta el Puerto de Rostock hay 37 kilómetros que los hicimos en autobús.

Autobus que nos llevó al puerto
Al llegar al puerto, Pullmantur que es la naviera con la que hicimos el viaje, tenía unas carpas inmensas donde tenías que empezar hacer colas para la identificación y las tarjetas antes de entrar al barco.

Las colas eran interminables, ya que llegaban autobuses donde traian a viajeros desde distintos aeropuertos españoles, ya que el crucero organizado por Halcón Viajes era para Españoles.

Foto obligatoria primera cola
En la primera de las colas, donde te hacían la primera foto ( después vendrían muchas más) te daban un zumo de naranja para que la espera no fuese tan pesada, lo que estábamos deseando era llegar al buque y ducharnos comer y descansar algo.
Colas para la identificación
El Checklist terminó a las 12:30 donde ya pudimos ir al camarote 505 del Buque Monarch  donde dejamos los equipajes.

Al estar lloviendo y también a lo cansados que estábamos, decidimos no salir a visitar Rostock y nos quedamos en el Barco comiendo y bebiendo todo lo que nos dió la gana, que para eso era todo incluido.

Después de una merecida siesta nos dedicamos a visitar el buque sus preciosas zonas nobles, las piscinas, los bares, teatro...










En el camarote, cada día te dejan el diario de a bordo, donde te indican las actividades para cada día, las millas que hace el buque cada día, el tiempo, la ciudad a visitar y todo lo relacionado con tu crucero.

El barco partía con dirección a Stavanger a las 10 de la noche donde haría un recorrido de 486 millas marinas que son 900 kilómetros, por lo que al día siguiente día 4, estaríamos navegando todo el tiempo.


Difícil es explicar la sensación que sientes la primera vez que viajas en un crucero, aunque María y yo estamos acostumbrado al lujo que tienen los hoteles de mas de cuatro estrellas en los que hemos trabajado los últimos 18 años, al ver estas instalaciones flotantes, como que te parece imposible.


La cena, como todas las comidas, espectaculares, siempre buffet libre excepto por la noche que nos asignaron una mesa y comíamos a la carta, dentro del precio, claro está.

Precio, pues el precio del crucero a los fiordos noruegos nos salió por 1125 € por persona en régimen de todo incluido.

Desde aquí tengo que recomendar a todo el que pueda, que este viaje no pueden perdérselo nadie, es espectacular casi lo mejor que me ha pasado en la vida.

Después de cenar, esa noche visitamos casi todos los bares que tenía el barco, un mojito por allí, una piña colada por allá...una pechá de beber y admirados del trato del personal y la calidad en comidas y bebidas.

Sobre las dos de la mañana nos recogimos... había que descansar ya que la noche anterior nos la habíamos llevado de viaje.

TODAS LAS FOTOS DE ESTE DÍA

Comienza el viaje

Días en Barcelona

1 de Junio 2017

Era el viaje de nuestros sueños, nuestro primer crucero, nuestro viaje más largo, nuestro crucero que nos debíamos desde hace muchos años, casi 40, nuestro viaje de novios.

Todo muy preparado con antelación, maletas equipaje, rutas, planos, en definitiva, íbamos totalmente preparados para visitar Los Fiordos Noruegos. no sin antes, pasar unos día en Barcelona.


Llegamos al aeropuerto de Jerez a las 8:30, con bastante tiempo, tomamos café y facturamos las maletas, agua para la biodramina (botella pequeña 1,75€, primer timo de la mañana).

a las 10:30 embarcamos, muchísimo calor en el avión hasta que despegamos.




Fotos aeropuerto de Jerez
En Barcelona, nos esperaban Leandro y Loli en el aeropuerto para llevarnos a su casa, una vez que dejamos los equipajes bajamos al bar a tomarnos varias cervezas frias, ya que el calor de Cornellá era agobiante, ya no recordaba esa sensación de humedad, claro, hacía 36 años que no iba un verano por esas tierras.

Hermanas al poco de llegar a Barcelona
Decidimos que al otro día haríamos una ruta turística por la ciudad de Barcelona y así lo hicimos.

Al día siguiente, día 2 cogimos el metro en Cornellá hasta la Diagonal, donde visitamos La Pedrera, Casa Ballort, Plaza Cataluña, Puerta del Angel, Catedral, Barrio Gótico, Plaza San Jaime, ( o Jauma como dicen por allí), Via Layetana, Iglesia de Santa María del Mar ( esta iglesia sí que queríamos verla aunque no somos creyentes, ya que nos habíamos leido el libro de La Catedral del Mar y no puedes estar en Barcelono y no visitarla).....Impresionante.














Viendo estas imágenes se te viene a la mente los bastaixos estibadores del muelle del barrio de La Ribera que traian piedras desde la montaña Monjuic hasta la plaza del Borne cargándolas en sus espaldas una a una, a Arnau, el protagonista de la novela y como no, a su autor, Idelfonso Falcones.

Llega la hora del imperdonable Angelus y hay que hacer un alto en el camino.



A continuación vamos al Palau de la Música, que por cierto que después de llevarnos casi cinco años en Barcelona no había entrado nunca.










Pasamos por la calle Pelayo, y en el famoso Enrique Tomás, una jamonería donde degustamos unas tremendas baguets de jamón serrano con unas jarras de cervezas.


Plaza Universidad, Gran Via, Villaroel, ( justo donde estuve trabajando por último en Barcelona, me dió ilusion ver la calle, aunque el taller logicamente ya no estaba), Hospital clínico....y en una cafetería de Villaroel tomamos café para amenizar el trayecto.


Volvimos en tranvia a Cornellá. En el Corte Inglés de Diagonal, compré una cámara digital compacta para llevar a mano en el crucero, ya que la reflex es a veces muy pesada para llevarla todo el día.



Mas tarde, fuimos a San Boi a por Juani, la prima de María que también vendría con nosotros de crucero.

Tomamos unas cervezas hasta la 1:30 de la mañana, ya que decidimos no acostarnos porque a las tres de la madrugada salía el bus desde Cornellá hasta el aeropuerto del Prat donde volaríamos hasta Rosctok, Alemania.

Fuimos a casa a por el equipaje y nos dirigimos donde habíamos quedado a cojer el autobús que nos puso Viajes Halcón.